ENTREVISTAS

REFLEJARTE EDGARDO MARRANTI PINTURA ANIDIMENSIONAL

Reflejarte, Historias Que Brillan, es un ciclo de micros televisivos realizado por los alumnos de la Cátedra de Televisión que pertenece a la Licenciatura en Diseño Artístico Audiovisual de la UNRN. Cada uno de estos capítulos fueron producidos en El Bolsón.

Programa “Radio OVNI” del 04/05/2010

Desde el Bolson, Río Negro, Argentina en vivo el Sr. Edgardo Marranti quién realiza pintura anidimensional (canalizador de pinturas y escritos, pero sobre todo una gran persona).

Edgardo Marranti en "Misterios del Universo"

Edgardo Marranti cuenta su experiencia de Contacto Extraterrestre basada en el arte de la pintura. Programa "Misterios del Universo" (Telefe), con la conducción de Anabela Ascar, año 1999.

Entrevista realizada en el 1999 para la página Transpasando el portal.

Edgardo Marcelo Marranti es argentino y tiene 42 años. Cuando le sugerí que nos encontráramos para hablar de su experiencia, accedió inmediatamente. Hablamos un largo rato, nos costo poco romper el hielo y adentrarnos en su historia. Es un hombre con una gran serenidad tanto en su mirada como en su voz y forma de expresarse. En medio de la conversación aclaró una y otra vez que su intención "no es convencer a nadie de ninguna cosa", y que es consciente de que sus relatos "parecen fantasía". El sólo se limita a contar lo que le sucede. El es "canalizador o intermediario" de pinturas y escritos anidimensionales. Lleva más de 650 cuadros pintados, y muchos escritos que tienen que ver con los mismos o no. Siente la prohibición de comercializar con las pinturas, ni siquiera firmarlas, ya que considera que no le pertenecen. Sus pinturas están guardadas en la casa de sus padres por si son requeridas para exponer o para ser mostradas a quien lo solicite. En sus charlas que también son gratuitas, se exhiben diapositivas y se obsequian cuadernillos con parte de sus cuadros y escritos.


Isis: Cuándo comenzaste a vivir experiencias extrañas?

Edgardo: Yo tenía casi 3 años de edad, más o menos y vivía con mis padres en el barrio de Chacarita. Mi cuarto lindaba con un patio. Cuando me iba a acostar estando despierto, seres de blanco rodeaban mi cama. Como estaban encapuchados, la misma sombra de sus capuchas no me permitía ver sus rostros. En sus manos sostenían aparatos circulares con manijas que golpeaban a modo de "tapas de cacerola". Estos aparatos no hacían ruido, tampoco me tocaban con ellos. Esto me producía mucho miedo, lloraba y gritaba. Mis padres, que dormían en una habitación cercana, encendían la luz y venían a mi cuarto. Cuando esto ocurría, los seres traspasaban la pared, hacia el patio lindero. Por mi ventana yo veía que el patio estaba lleno de estos seres. Cuando mis padres se iban, nuevamente algunos de ellos volvían para rodear mi cama. Mis padres colocaron en mi cuarto una lucecita pequeña, que mantenía a estos seres a una cierta distancia. Estos episodios se repitieron noche tras noche hasta los 4 o 5 años de edad.

Isis: Allí se terminaron tus experencias de ese tipo?

Edgardo: Yo tenía ciertas visiones extrañas, pero recién a los 11 años tuve una experiencia que me marcó mucho. Fui a acampar con mi padre y unos amigos de él en la Laguna de Lobos (Buenos Aires, Argentina). Recuerdo una noche oscura pero muy estrellada. En aquel tiempo no existían los camping que hay actualmente, así que uno podía acampar donde quería. Llevamos una carpa (tienda) grande con divisiones de paredes de lona. Yo dormía en una de las "habitaciones" pegado a la pared de lona que daba al exterior. Estando despierto desapareció la pared de lona y vi todo el campo, caballos pastando y el cielo estrellado. De repente una estrella comienzó a a agrandarse y a titilar, se acercó y se asentó a unos 500 metros de la carpa. Este objeto era claramente un plato invertido gris mercurio, que se veía difuso, ya que de él salía como una neblina, o humo como si tuviera alta temperatura. De repente se colocaron 2 siluetas al costado de la nave del mismo gris mercurio que despedían la misma neblina. No podía precisar si eran mujeres u hombres con pelos largos. Tenían un pelo que le caía por los hombros. Comenzaron a avanzar hacia la carpa. En ese momento me dormí. Este hecho fue muy importante en mi vida.

Isis: Seguramente ese hecho habrá desencadenado en vos inquietud por investigar de que se trataba todo eso, no?

Edgardo: Ya habiendo crecido un poco, a los 17 años más o menos, comencé a investigar un poco. Estuve con Fabio Zerpa (un conocido investigador argentino del tema OVNI), también en una congregación hindú ( Ananda Marga), conocí a Pedro Romaniuk (otro reconocido estudioso de este tema), comencé a buscar una respuesta a lo que a mí me pasaba. No lograba encontrar ninguna que me fuera satisfactoria. Estuve leyendo mucho sobre el tema por mi cuenta.

Isis: A lo largo de esa búsqueda encontraste alguien a quien le hubiese ocurrido algo parecido a lo que vos contás?

Edgardo: Si, pero no le daban importancia y yo sufría mucho. Las personas me aislaban, amigos míos se mofaban de mi, decían: - "Edgardo se volvió loco"-. En una ocasión a los 21 años, yo aún era soltero y vivía en la casa de mis padres. Mi mamá estaba en la cocina viendo televisión, y yo estaba solo en el comedor contiguo en una semioscuridad (la luz de la televisión de la cocina era la única luz que se filtraba en el recinto donde yo estaba). De repente apareció a mi izquierda flotando la cabeza de un egipcio con nariz pronunciada y turbante. Eso me dio mucho miedo y corrí a la cocina donde estaba mi madre, aunque no le conté nada de lo que había visto. La noche siguiente en el mismo lugar volvió a aparecer este mismo ser. El miedo me ganó de nuevo y me fui. La tercera noche que apareció, agarré un papel y atiné a bocetear linealmente la silueta de este ser, que luego desapareció. A partir de allí comiencé a ver en días sucesivos, en la terraza y diferentes lugares de la casa, seres con escafandras, seres animalescos, cuadros extraños, magos. Estos últimos tenían barbas grises y finitas y sus gorros en lugar de estar pintados, tenían universos vivientes. Cada ser que yo veía lo boceteaba y a cada uno de los bocetos les colocaba un número para identificarlo. Sentí que debía buscar un pintor que plasmara lo que yo veía ya que yo no sabía pintar. Entonces comencé a contactarme con pintores y les expliqué lo que me pasaba. Ellos lograban parcialmente lo que yo les transmitía pero el color no me convencía, entonces dejé de lado esa idea.

Isis: Cómo eran esos colores que no llegaban a captar los pintores?

Edgardo: Eran muy intensos, lo que se conoce como "colores astrales". Son colores que se ven en las experiencias con "otros hermanos": ellos con sus naves y luces generan esa especie de colores. Es difícil de explicar, son colores que "viven por sí mismos", como aterciopelados. Comencé a probar yo mismo con témpera y me dí cuenta de que me iba acercando más a la idea. Fui a un comercio donde vendían todo tipo de materiales para el artista y pedí al vendedor un poco de orientación, le dije que no sabía nada de pintura y que tenía que pintar, saber cómo se hacía. Me aconsejó que comprara telas, 3 o 4 colores de óleos, y me explicó que los diluyera con aguarrás. Cuando comencé a probar los óleos, vinieron a mi todos los secretos de la pintura: una voz metálica me sonaba a la altura de la frente y me decía cómo mezclar los colores. Mis manos giraban rápidamente y los colores quedaban como debían ser, aunque yo ignoraba realmente cómo hacerlo. Te repito que jamás había pintado antes.

Isis: Solo veías imágenes o escuchabas o percibías algún mensaje?

Edgardo: Al principio solo veía y boceteaba.

Isis: Cómo te sentías con todo esto que te pasaba? Obviamente no era algo común. Tenías miedo? Hablabas con alguien sobre esto?

Edgardo: Fue una época difícil. Yo tenía un trabajo riesgoso en ese tiempo: trabajaba limpiando vidrios de altura con otros muchachos. El resto del tiempo pintaba... Mi familia comenzó a creer que yo estaba loco y también mis amigos. Recuerdo que en un cumpleaños mío subí a la terraza y ví que había aparecido todo un cuadro grande lleno de colores plasmado en la pared. Fui a buscar a mis amigos, los llevé a la terraza y les mostré lo que veía: ellos no veían nada. A partir de allí me propuse no contar más nada a nadie. Era un desencuentro permanente. Me volví un solitario. Me dejé el pelo y la barba bien largas, seguí trabajando limpiando vidrios en las alturas y me encerraba a pintar en el altillo. Mi vida pasaba por pintar los seres que veía. Yo no encontraba ninguna explicación a todo esto. Al aislarme me sentía bien con lo que hacía, pero luego de un tiempo empecé a pensar que no podía ser que mi familia y mis amigos estuviesen equivocados, y comencé a pensar que yo estaba realmente trastornado. Me sentía mal conmigo mismo, inseguro.

Isis: Entonces, qué hiciste?

Edgardo: Yo tenía una casilla de correo de Pedro Romaniuk y decidí escribirle detalladamente todo lo que me ocurría. Necesitaba una aclaración, una respuesta. Al pie de la carta le pedía una opinión, y si él creía que yo estaba loco, bastaba con que me lo dijera para que me quedara tranquilo y no molestara más. Recibí su contestación en la que me citó en su casa para hablar personalmente, ya que quería saber hasta dónde era real y hasta donde ficticio todo lo que yo le contaba. Fui a su casa. Me colocó debajo de una luz que me daba de lleno y me pidió que contara todas mis experiencias tal cual las había vivido, mientras él permanecía en una semioscuridad. Cuando terminé de hablar me dijo: "Yo tengo un lugar para vos, no tenés que tener miedo, tenés que ir solo a acampar por lo menos 20 días. Pedile permiso a tus padres, pensá si querés ir. Cuando me des el O.K., te voy a dar una carta de recomendación y voy a decirte cuál es el lugar". Hice lo que me pidió. Me dió un sobre cerrado y me comentó que el lugar donde yo debía ir era la estancia "La Aurora" en Salto, Uruguay (conocido internacionalmente como el ovnidromo de Salto). Me contó que el propietario de la estancia era Angel María Tona, que estaba casado y tenía hijos , que la estancia tenía 1.750 hectáreas. Me hizo prometerle algo: llegar y pedirle al Sr. Tona que me indicara el lugar donde yo debía asentar mi carpa, y que por ninguna causa yo aceptara dormir dentro de la casa, por más miedo que yo tuviera.

Isis: Supongo que habrás ido....

Edgardo: Claro, al llegar, me presenté, de parte del Sr. Romaniuk, le dí la carta al Sr. Tona, él se apartó, la abrió y comienzó a reír. Yo nunca supe qué contenía esa carta. Tona se fue dentro de la casa y volvió con un álbum de fotos. Se sentó a mi lado y comenzó a mostrarme fotos de naves, de día, de noche, en colores, seres, dibujos de naves y seres. Me dijo que esos seres eran los "Hermanos Mayores", que eran extraterrestres. Yo comencé a tener miedo, recién ahí me dí cuenta a qué lugar me había mandado Pedro. Me explicó que los seres se podían aparecer de improviso al lado mío y me contó experiencias sucedidas en la estancia. Luego todavía de día me acompañó al lugar donde yo debía armar mi carpa: era en el medio del campo. Tona me había ofrecido buscarlo en la casa para seguir charlando luego de que yo armara mi carpa. Yo tenía miedo, así que fui a buscarlo antes de irme a dormir. Charlamos mucho. El notó mi temor y me ofreció pasar la noche en el dormitorio de uno de sus hijos que tenía más o menos mi edad. Recordé la promesa que le había hecho a Pedro y a pesar de mi temor, fui a la carpa a dormir. Yo tenía mucho miedo, en esa situación no hay persona valiente. Ahí uno no sabe con qué se puede enfrentar. Yo soy miedoso por naturaleza, las experiencias que viví de chiquito con estos seres me marcaron mucho. Pedía al cielo, a Dios, a los Hermanos Mayores que supuestamente aparecerían, que por favor el contacto fuese de a poco, temía que se me aparecieran de golpe y me asustaran. Me metí en mi bolsa de dormir, me envolví con una tohalla los ojos, los oídos para no escuchar ni ver nada. Estaba aterrado. Las dos primeras noches nada ocurrió. La tercera noche ví a lo lejos una luz roja que avanzaba, iba y venía, pero muy lejana, no llegué a asustarme. De día estabamos con Elena, la esposa de Tona en la galería de la estancia tomando mate. Tona se alejó hasta la tranquera y de pronto comenzó a llamarme a gritos: -"Edgardo, vení a ver, te están saludando"-. Ví una esfera gigante hacia donde estaba la carpa, con colores muy fuertes, que los radiaba y hacía circular. La esfera jugaba arriba de la carpa: hacía eses, ochos, movimientos bruscos que no podría lograr ningún aparato terrestre. No sé cuánto habrá durado esto, supongo que minutos. Mi carpa estaba pegada a un bosque de eucaliptos. La esfera evolucionó hacia la parte superior de ese bosque, fue atrás del bosque donde había un espejo de agua y la perdí de vista.

Isis: Qué pasó luego?

Edgardo: Cuando se hizo de noche tenía miedo de ir a la carpa a dormir por miedo a encontrarme algo dentro de la carpa. Se hizo de madrugada y tuve que ir. Al llegar miré por la ventana de la carpa y comprobé que no había nada extraño. Me coloqué como siempre la tohalla alrededor de la cabeza para no ver ni oir nada y me dormí. Nuevamente de día, charlando con Tona y su mujer en la galería de la estancia, él me dice: -"Mirá para allá"-. Vi una luz blanca demasiado potente teniendo en cuenta que era de día. Se agrandó y tomó la forma de un habano gigante con ventanas oscuras, que se volvió de color rosa pálido, suspedido a cierta altura del terreno. Tona me decía: -"Mira, te estan mostrando en detalle para que vos los veas"-. Tona parecía tener bien claro dónde es que iban a aparecer, cuando él decia que fuera o mirara en tal dirección, siempre algo ocurria. El tenía cercanía con estos seres. El pasto iba tomando el color rosa de la nave a medida que esta se iba trasladando. No puedo precisar cuánto habrá durado esto, pero al final la nave volvió a su forma original de luz blanca y desapareció.

Isis: Volviste a tener contacto?

Edgardo: En días sucesivos yo veía cuando ellos se situaban en distintos puntos del perímetro de la estancia. Bajaba una luz grande, se asentaba, y de la luz grande (nave madre), salían luces mas pequeñitas que se diseminaban por distintos puntos del campo de Tona. Cuando asentaban empezaban la comunicación conmigo. Ellos me hablaban con voces metalicas, iguales a la voz que me había guiado en mis comienzos en la pintura con oleos. Ellos saludaban en forma amable pero bastante cortante, luego decían lo que ellos querían. Yo pedía que si realmente eran ellos los que me hablaban, me lo confirmaran. Entonces cuando yo sentía esa voz, pedía una corroboración y salían de esas naves rayos lumínicos en abanico hacia el cielo, o se levantaba una luz y hacía juegos y luego volvía a asentarse.

Isis: Qué sentías ante toda esta situación que vivías?

Edgardo: Yo lloraba. Fui criado en un hogar católico y siempre tuve la figura de Jesús como un camino del ejemplo, dejando de lado la religión. Lloraba no de tristeza, sino de emoción, me preguntaba "por qué a mí". En realidad en esos momentos te agarra una sensacion muy extraña... Casi todas las noches yo tenía ese tipo de comunicación con ellos. Pensaba que cuando volviera a Argentina iba a perder contacto con ellos, que todo terminaría allí, entonces trataba de absorver de ellos todo lo que podía. Por otra parte, empecé a perder el miedo. Todo lo extraño que yo veía siempre ocurría de día, salvo en una ocasión, cuando de madrugada vi que de pronto comenzó a formarse a 20 metros de mí un anillo de neblina. El anillo comenzó a acercarse, y se detuvo a unos 10 metros de mí. Comenzó a ir hacia atrás y allí vi una nave asentada de color gris, en forma de plato invertido. El anillo de neblina volvió a avanzar , inundó la nave, se alejó y la nave no estuvo más. Me fui a dormir. Tona me mostró marcas de asentamiento, me adelantó que yo iba a tener que dar charlas, que los Hermanos Mayores" me hablarían al oído para ayudarme a hacerlo. En ese momento yo no le di bolilla porque me consideraba una persona tímida y además no quería compartir mis experiencias con nadie. El último día en la estancia estuve lo mas posible con la familia Tona, ya que tenía la impresión de que no volvería allí. Tona me decía que yo volvería. Me despedí de ellos y apenas oscureció me quedé al pie de la carpa para ver si los seres me saludaban. Nada ocurría, entonces comencé a preocuparme y creí que había hecho algo malo sin saber, sentía tristeza, angustia. Me metí en la carpa para dormir, pero salí enseguida ya que sentia que debía despedirme de ellos y agradecerles por lo que me habían brindado. De repente alrededor de todo el perímetro de la estancia, comenzaron a aparecer luces que jugaban. Yo sabía que me estaban saludando. Me puse a llorar. Luego me fui a dormir y al otro día partí hacia mi casa. Me traje de allí "Piedras de Asentamiento" y una "Piedra Personal" que me dieron ellos.

Isis: Qué son las "piedras de asentamiento"?

Edgardo: Cuando baja una nave, todo lo que queda debajo del diámetro de la misma cuando esta se asienta, sean piedras, tierra, pasto, semillas, insectos, queda compactado. Cuando la nave se va, esa materia, especialmente las piedras, queda con un poder altamente beneficioso para el humano, para sanación: queda como energizada a nivel externo. La "piedra personal" es otra cosa: cuando un elemento como una piedra es agarrado por uno de los seres en sus manos, se transforma. Pasa a ser un objeto constituído por otros elementos, con otra pureza que no existe en la Tierra. Se da una transformación esencial. Eso produce que la piedra tenga otro tipo de poder. Yo tengo una que utilicé sólo en tres momentos cruciales de mi vida. Se usa como transmisor. Se toma en la palma de la mano, se le da calor a la altura del corazón, se pide por lo que más uno tenga fe. Cuando se calienta comienza a fucionar. Con las piedras de asentamiento también puede lograrse. La tierra de asentamiento también sirve, pero se disgrega, es mas difícil de manejar que la piedra.

Isis: Me imagino que tu vida cambió a partir de esa experiencia tan particular...

Edgardo: Volví a mi vida normal en mi casa. Me sentía muy bien, seguro de mí mismo. Seguía viendo seres pero ya me eran conocidos. Mi relacion con mis padres y amigos se recompuso. Yo jugaba al futbol en un club y allí en una reunión llena de gente, el presidente del club tomó el micrófono y dijo:- "aca tenemos a Edgardo Marranti que nos va a contar a todos su experencia"- y agregó que en tal fecha yo daría una charla sobre eso. Yo no me sentía preparado para eso ya que soy una persona tímida, entonces fui a buscar a un amigo estudioso del tema a nivel intelectual (ya que no había tenido experiencias de este tipo), para sentirme apoyado si me hacían preguntas. Durante las charlas yo sentía que las contestaciones me llegaban solas. Me acordé de que Tona me lo había dicho. Seguí dando las charlas solo. Comenzaron a llamarme para dar conferencias y exponer mis cuadros. Fui alertado por los seres para no vender los cuadros. Mi intención era venderlos y por eso firmé los 3 o 4 primeros. Me avisaron que no los firmara. No puedo lucrar con las charlas ni cobrar un solo centavo por los libros que edita mi padre con todos los cuadros y textos que me son transmitidos. Tengo que tener cuidado de que mi persona no sea mas importante que la obra en sí misma. Yo soy un custodio de esto, los cuadros están todos en la casa de mi padre. Cuando me llaman para exponerlos, los muestro. Trato de dar un explicación somera de cada cuadro para no condicionar a la persona, ya que lo importante es lo que esta recibe, lo que pasa entre la obra y ella. En lo que respecta a mi persona, no tengo grupos, estoy solo, salvo el caso de amigos que me ayudan y mi padre que edita los libros y me ayuda muchísimo. No puedo, repito recibir un solo centavo de esto, si no la transmisión se corta. He visto caer grandes contactados que "de estar tocando el cielo con las manos, ahora se arrastran como gusanos"...

Isis: Volviste a Salto?

Edgardo: Seguí yendo los próximos 9 años a la estancia "La Aurora". Viví mas experiencias con diferentes seres. Maia es uno de los seres. Me ayudó muchisimo. La he pintado y en las exposiciones y siempre es el primer cuadro que muestro.

Isis: Cómo son en general los mensajes que te transmiten los seres? Son claros?

Edgardo: Ellos hablan el lenguaje de los símbolos. Durante el contacto, uno se siente bien, pero siente que no es dueño de sí mismo. Hay algo que no deja que uno mueva los brazos, no se puede hablar y los pensamientos que uno tiene son generados por ellos. Una voz metálica contesta todo los interrogantes que a uno le surgen. Cuando ellos se van, uno vuelve a la normalidad. Ellos te condicionan para que en el contacto te den lo que ellos necesitan. No hacen ningun contacto porque sí. Uno no puede tampoco contactar cuando quiere ni hacerles cualquier pregunta. Yo no estaba preparado para expresarme en público. Te repito que siempre fui una persona tímida. Tuvieron que contactarme mucho para prepararme. En medio de las charlas me indicaban cosas. Al no saber yo nada del tema, salvo las propias experiencias, estar delante de un público heterogéneo me ponía muy ansioso, dado que se suelen generarse preguntas que abarcan un gran espectro de líneas de pensamiento. Uno queda así muy expuesto, entonces ellos me enseñaron a estar apto para recibir las contestaciones adecuadas en el medio de la charla: en esas ocasiones yo recibo imágenes y las explico. Ellos también me enseñaron a detectar entre un gran número de personas, en un auditorio entero, quién venía simplemente a molestar, para que yo pudiera nivelar el ambiente. Una sola persona que no esté en armonía destruye todo el clima.

Isis: Qué tipos de seres contactaste?

Edgardo: He tenido contacto con varios tipos de seres. Los seres con los que más contacto y afinidad tuve fueron los altos rubios como Maia. Tienen 2,50 metros de altura y son asexuados. Utilizan trajes muy ceñidos al cuerpo. No tienen atributos masculinos ni femeninos. Sí tienen fisonomía de hombre o de mujer. Ellos no utilizan la relación sexual para reproducirse. Crean cuerpos por medio de una energía de gran evolucion, a nivel mental, sublimada. Maia es asexuada.Tiene aspecto de mujer pero no lo es. Tiene esa conformación externa por su misión. Ella es muy dulce y tiene mucho contacto con los niños y las mujeres. Canta a los niños canciones con mucha ternura. Alan es un ser aparentemente masculino. Los hombres son dulces pero tienen más rectitud. Se puede sentir cómo esos seres al estar enfrente de uno lo abren por la mitad y conocen todo su interior, hasta lo que uno ignora de sí mismo. Esto no da vergüenza poque se siente que son como Luz. Son muy dulces pero también son muy duros cuando tienen que serlo: cuando deben poner freno a una persona orgullosa, ponen límites. Hubo personas que desvirtuaron la zona de contacto de la estancia "La Aurora", no iban con fines serios, y allí tuvieron que poner freno. Algo similar ocurre en Capilla del Monte: están los seres positivos y los seres negativos (seres de luz y seres grises). Otro tipo de seres que he visto son los petizos cabezones con ojos grandes y oscuros, con nariz y boca prácticamente invisibles, cabeza grande y cuerpo desproporcionadamente chico. Otros seres son de piel verde fosforescente con ojos triangulares gatunos, con cabeza alargadas y patas como palmípedos. Otros son peludos de 4 metros de altura, ojos fosforescentes verdes y también palmípedos. Estos seres jadean. Se los llama "aceleradores de procesos". Cambian un ciclo negativo a uno positivo. "Maia"
Isis: Los contactos se producen en lugares especiales?
Edgardo: No, eso lo manejan ellos. Desde que me casé, me mudé 5 veces y seguí en contacto con los seres.

Isis: Con qué frecuencia tenés contactos?

Edgardo: Pueden pasar semanas, meses sin que me contacten. Ahora estoy pintando mucho porque estoy viendo mucho. A veces esto me sucede en lugares inverosímiles como en un baño, en un congreso, caminando, es por eso que siempre llevo conmigo algo para dibujar. A mí no me gusta para nada la pintura, no es mi hobbie pintar. Además tengo que trabajar y otras cosas que hacer porque necesito ganarme el sustento. Esto de la pintura se convirtió en un sacrificio porque tengo que pintar de madrugada, sábados, domingos... Al principio yo pintaba a regañadientes. Ahora ya me acostumbré porque hace 21 años que pinto. Las técnicas me fueron enseñadas y cada tanto aparece alguna técnica nueva, pero sólo es una más. Al principio fue todo de golpe y me negaba a recibir. A veces no quería bocetear, porque sabía que si lo hacía, luego debía pintar. Por eso cuando veía algo para pintar me iba, pero no podía eludirlo porque al día siguiente pasaba por el mismo lugar y volvía a ver lo mismo hasta que lo boceteaba. Cuando me niego, comienzan a agarrarme terribles dolores de cabeza, me siento como enfermo, me pongo como loco. Voy a pintar y vuelvo muy tranquilo.

Isis: Tenés un compromiso ineludible...

Edgardo: Ciertamente. Una vez, cuando era soltero, ocurrió que iban a dar a la noche en la televisión una película de Rodolfo Valentino. Mi padre siempre me había hablado de él, y yo tenía curiosidad por ver la película. Habíamos cenado y faltaba 1 hora más o menos para que la película comenzara. Fui a sentarme un rato en la terraza, donde generalmente vivía las experiencias. El cielo estaba muy nublado, parecía que iba a llover. De repente apareció flotando la cabeza bien redonda de un ser de los grises, con ojos muy grandes negros y boca y nariz pequeñas. Tenía piel arrugada. No se le veía el cuerpo. Tenía el ceño fruncido, daba la impresión de estar como enojado. En ese tiempo yo venía no queriendo pintar más, no quería tener más experiencias con estos seres, quería hacer una vida normal. Había ciertas reglas que yo debía seguir para contactar con ellos. A mí me gustaba ir a bailar y salir. Cuando comencé con los contactos, dejé todo eso de lado y yo quería salir un poco, como cualquier persona. Hacía 1 mes y medio que no pintaba y salía a divertirme. Este ser me dijo con voz metálica que debía controlarme más, dándome a entender que no debía divertirme tanto, y que tomara las cosas más en serio. Me dijo que esa noche yo no vería la película de Rodolfo Valentino. Interiormente me reía y pensaba que sí la vería, pues yo tenía muchas ganas de hacerlo. Se ve que él captaba mis pensamientos y me repetía que no vería esa película. El ser cortó la comunicación pero seguía allí mirándome fijo para que yo me fuera de allí. Yo interiormente pensaba que no me iría, que esperaría a que él se fuera. De golpe comenzó a caer la lluvia, cada vez más fuerte. Me dí cuenta de que las cosas se hacían como él quería, que yo no mandaba en absoluto. Entré en casa y vi que estaban dando los avances de la película que yo quería ver. Mi padre estaba en el comedor con un televisor y mi madre en la cocina con otro más pequeño. Me senté con mi padre con la intención de ver la película y el aparato comenzó a hacer rayas. Nos fuimos con mi madre a ver por el otro televisor que hasta el momento no parecía haber tenido inconvenientes. Cuando nos sentamos, comenzó el mismo problema. Allí me acordé lo que el ser me había dicho "No vas a ver esa película". Me fui a dormir, por supuesto. Al otro día pregunté a mis padres si habían podido ver la película y me contestaron que la habian visto normalmente. A partir de allí comencé a pintar nuevamente.

Isis: Te dijeron los seres de dónde provienen? Pertenecen a nuestro sistema solar?

Edgardo: Nunca me dijeron tal cosa. Sí me aclararon que ellos son un medio, que se hacen llamar por nosotros "Hermanos Mayores" porque esa es la relación que tenemos con ellos. Ellos me dijeron:-"Nosotros estamos más avanzados que ustedes en la escala evolutiva, pero no por eso somos dioses. Nosotros llamamos a ustedes los "Hermanos Menores". Tenemos un poco más de experiencia sobre lo que es la vida verdadera. No nos deben erigir monumentos ni adorar, porque estamos en la misma búsqueda que ustedes y estamos mandados por Dios para contactarlos en una misión de Amor, para que abran los ojos como en otros tiempos lo hicieron otros con nosotros"-. Ellos usan nombre comunes: Maia, Lea, Marcos, Diego, Alan, Nicolás, Andrés. Utilizan mayormente los nombres que usaron en su última evolución en un plano inferior. Antes de ser Seres de Luz como los conocemos, tuvieron esos nombres que ahora utilizan para que no sepamos su verdadero nombre, porque aclaran que su misión es ayudarnos a abrir nuestra conciencia, no que los sigamos a ellos, que no nos interesemos en ellos ni nos quedemos "pegados" a ellos. Sólo una vez escuché el veradero nombre de uno de los seres, conocido comunmente como Diego, imposible de transcribir, muy extraño para pronunciar... Diego es un ser con pelo corto rubio y ondulado. El nunca participa del primer contacto a un humano. Estos seres tienen como funciones. Algunos tienen la funcion de establecer ese primer contacto.

Isis: Entonces, no está claro de dónde provienen...

Edgardo: Por estudios que se han hecho se puede inferir que son de otros sistemas solares. Se dice que es probable que lo seres rubios sean de Ganímedes y los petizos de Marte. Existen los seres dimensionales que utilizan canales interdimensionales para trasladarse. Hay diferentes niveles y en cada uno de ellos cohabitan seres con esa "tonalidad espiritual o vibracional". La cuarta dimensión se subdivide en infinitos planos donde puede haber planetas donde moran estos seres. Los canales dimensionales se utilizan para trasladarse de plano en plano: son las famosas "autopistas dimensionales". Cada planeta tiene sus autopistas. Las autopistas van de planeta a planeta, de sistema a sistema, galaxia a galaxia, y así infinitamente.

Isis: Estas bases son fijas? Existen físicamente?

Edgardo: En nuestro planeta hay bases fijas físicas. Hay bases subterráneas, submarinas, dimensionales y espaciales.

Isis: Los seres que vienen de diferente lugares, se relacionan entre sí, se conocen, trabajan en conjunto?

Edgardo: Ellos hablan de los conferedrados y los no confederados. Los confederados están en un mismo plano. Son Seres de Luz y están trabajando por el mismo Plan de Luz. Los no confederados son llamados "los rebeldes": están en un plano intermedio, con mucha tecnología pero moralmente no son tan evolucionados. Están en la búsqueda, son como científicos sin alma, nos estudian a modo de experimento, no les interesa el contacto. Hay también seres con apetencias de dominación. Hay mas de 24 tipos de seres de distintos orígenes planetarios trabajando a favor de la Confederación.
Isis: Entrarían entonces en esa categoría los seres que abducen humanos y los estudian ?
Edgardo: Los confederados son vigilantes de los sistemas que están en evolución y dejan filtrar lo positivo y negativo que necesita ese lugar para emerger. Si los seres son muy negativos, los mismo confederados no les permiten intervenir. "La Luz es mucho más fuerte que la Sombra". Los seres de Luz trabajan para que la tierra evolucione a un nuevo estado, un escalón más en el plano evolutivo. Esto está sucediendo ahora. El momento ha llegado: las personas creen que esta oleada de interés por temas espirituales nace de una moda, pero surge en realidad de una necesidad mucho más vasta. Ha llegado el momento en que todo el mundo habla de estos temas. Se da a conocer lo verdadero, obviamente se mezcla lo falso y está en cada uno de nosotros saber discernir y separar. Hay gente que comienza a abrir los ojos en cuanto al tema espiritual y necesita de aquello que sea serio, que le dé bienestar, sin intereses mezquinos, sin intereses personales, sin enriquecimiento material individual. Eso se va a tener que terminar. Cada persona tiene un granito de arena para entregar en esta gran playa. Nadie puede creer que lo sabe todo. Yo estoy dispuesto a aprender y a dar lo que me brindaron. Soy un ser humano común y corriente. Creer en lo que digo o no, está en cada uno. Creo que todo está digitado de arriba. Tengo una premisa marcada: yo como ser humano no puedo promover el tema para promocionarme a mí mismo. Si no, ensucio algo que para mi es mi vida.

Isis: Digamos que no te tocó una misión muy fácil...

Edgardo: Obviamente no, pero en este momento me siento bien. He pasado malos momentos. Al principio nadie creía en todo esto, eso era muy duro para mí porque no podía charlar con nadie sobre esto. Mi familia me escuchaba pero no me entendía. Cuando me puse de novio con mi señora (ya nos conocíamos tiempo atrás), me sinceré con ella. Mis amigos le decían : -"Edgardo se volvió loco, empezo a pintar...."- . Le mostré los cuadros y le conté todas mis experiencias en detalle. Había un abismo entre los dos, ya que al no haber vivido las experiencias, ella no podía llegar a comprender enteramente de qué hablaba yo. Por eso pedí permiso para llevarla a "la Aurora" donde vivió algunas experiencias. A partir de ahí ella me apoya incondicionalmente. Tengo un hijo, Alan de 12 años, que mamó esto desde chico. Una vez cuando era muy chico, en casa, señaló al techo mientras repetía: - "Papa pinta, alta cruz"- . Recuerdo que yo miré hacia allí y comencé a bocetear lo que veía. Le pregunté si era eso lo que el veía y me contestó que sí. El seguía repitiendo: : - "Papa pinta, alta cruz"- . Cuando pinto estoy solo: si tengo alguien al lado mío se corta. Cuando hay alguien, boceteo y dejo la pintura para otro momento. Alan, siendo chiquito, venía a ver cómo yo pintaba y no me obstruía en lo mas mínimo. Al ir creciendo, comenzaba a preguntarme cosas y yo me desconcentraba, así que ya no pude pintar más en su presencia.

Isis: Tu hijo tiene las mismas experiencias que vos?

Edgardo: El tiene experiencias espirituales, diferentes a las mías. Yo no quiero hablar mucho con él sobre esto, quiero esperar a ver qué es lo que él tiene en sí mismo para desarrollar, no quiero enredarlo ni condicionarlo. Sólo deseo que sea buena persona. De chico, Alan dibujaba personas y familiares, algunos con el centro del tercer ojo abierto. Yo le preguntaba por qué los dibujaba así y el respondía: -"porque tienen el centro abierto"-. Otros simplemente no lo tenían.

Isis: He visto que en tus libros que las imágenes están acompañadas por textos...

Edgardo: Si, son conversaciones que escucho, o de golpe el brazo gira rápido y tomo escritos, incluso en la oscuridad. Hubo ocasiones en que veía textos que iban escribiéndose en la pared de izquierda a derecha y se borraban de derecha a izquierda. Aparecía un renglon lleno de números, símbolos, yo tardaba un rato en copiar. Cuando terminaba, se borraba de derecha a izquierda y en el mismo lugar se formaba otra línea. Según ellos, ese el plan que ellos están tratando de trabajar en la Tierra para el cambio de conciencia, para la evolución del humano.

Isis: Qué hay de los famosos "Hombres de Negro"?

Edgardo: Me han investigado, estuvieron en mis primeras charlas. Son personas que andan con anteojos negros o trajes oscuros, o poleras blancas, bleizers y pantalones grises. Son muy delgados y altos, de tez mortecina. Se dice que son una especie de engendro extraterrestre. Algunos son robots. Son videntes, tienen mentes superiores a las nuestras pero las utilizan para el mal.

Isis: No lograron amedrentarte?

Edgardo: No, solo vinieron a investigarme. No tengo nada para esconder, yo voy a seguir dando a conocer mis experiencias porque esa es mi misión. Ellos suelen tentar con las debilidades de las personas, como ser el dinero, el poder. Uno debe estar capacitado para superar esas pruebas, si no uno queda al costado del camino. He visto caer a muchos. Yo, gracias a Dios, sigo en el camino y voy a seguir luchando por no perderme. Me juego entero por esto, me presento donde me llaman. Ellos suelen grabar conversaciones con preguntas bien incidiosas, a nivel religioso y político. Uno se da cuenta luego de que se lo han hecho. Por lo tanto debo cuidarme con los terminos que utilizo cuando hablo de este tema. Eso se aprende con el tiempo.

Isis: Por qué tu pintura se llama "anidimensional"?

Edgardo: La pintura se llama "anidimensional" porque está en todos lados y en ningún lugar. Depende de quién esté observando la pintura, que vea o tome lo que necesita, ni más ni menos. El cuadro, se llama fruto anidimensional porque un "fruto" aparece entre nosotros dos, yo dejo de verte a vos, veo todo radiante el fruto y en ese caso lo tendría que pintar. Es como un fruto de una dimensión muy alta, muy pura, hay como una explosión dimensional. Cada ser que esté frente a la pintura podrá tomar exactamente lo que necesite. El intermediario aquí no importa. Este tipo de pint